El Ing. Freddy Rivero Antelo, Coordinador de la Asociación de Áreas Protegidas del Chaco, Chiquitania y Pantanal, en una reciente intervención y con el respaldo del alcalde de San Rafael de Velasco, Presidente de dicha Asociación, celebró la aprobación de la primera Ley Municipal de Protección y Conservación de las zonas de recarga hídrica y fuentes de agua en San José de Chiquitos.
El experto subrayó la trascendental importancia de estos marcos legales y de las Areas de Conservación como verdaderas «fábricas de agua», esenciales para garantizar el suministro a la población. Recordando la primera cumbre del agua de la provincia de Velasco en 2016, celebrada en San Ignacio, el coordinador destacó cómo aquellos encuentros sentaron precedentes y comprometieron a instancias como el Ministerio del Medio Ambiente y la Gobernación.
«Estos eventos son de tremenda relevancia en algo tan cotidiano como abrir el grifo y tener agua», señaló, contrastando la facilidad con la que se responsabiliza a las autoridades o cooperativas ante la escasez, sin considerar que «el agua no nace en el grifo, nace en las áreas de conservación».
En San José de Chiquitos, el reciente hito legislativo, impulsado por el Concejo Municipal, representa el «número 1» en una serie de pasos cruciales para la gestión hídrica. «El día Jueves 29 de mayo, se aprobó la primera Ley de Protección y Conservación de las zonas de recargas hídricas y fuentes de agua de San José de Chiquitos, específicamente para el municipio», afirmó el coordinador.
Un aspecto innovador de esta ley es la incorporación de una visión ecosistémica que va más allá de la simple gestión de distribución. La nueva normativa contempla la creación de un «Observatorio Integral del Agua». Esta entidad no solo incluirá al municipio y a la cooperativa local, sino también a organizaciones no gubernamentales y otros actores relevantes. El objetivo es generar un espacio de discusión y decisión multisectorial sobre la gestión del recurso hídrico, reconociendo que el agua «es de todos los habitantes».
El experto también hizo referencia a estudios previos, como el realizado por la Fundación del Bosque Seco Chiquitano en 2006 (PEMOD) y el más reciente sobre la microcuenca del Sutó en San José, que abarca unas 82.000 hectáreas. Este último permitió definir la ubicación de pozos de perforación que hoy abastecen el 70% del consumo municipal. Basado en esta experiencia exitosa, sugirió a San Ignacio de Velasco replicar un estudio similar enfocado en su área urbana y de influencia directa para asegurar sus fuentes de agua.
Finalmente, el coordinador de la Asociación de Áreas Protegidas enfatizó con una analogía: «Si el agua pudiera hablar, diría que se siente feliz y pura cuando viene de un lugar maravilloso llamado Área Protegida». Concluyó instando a defender estas áreas «con uñas y dientes», ya que son las verdaderas garantes del agua que se consume diariamente, y la nueva ley en San José de Chiquitos es un paso fundamental en esa dirección.