Un hecho aberrante ha conmocionado a la comunidad de Quimome, en el municipio de San José de Chiquitos, Santa Cruz, Bolivia. Una adolescente de 17 años, integrante de la Pre Promo, fue encontrada sin vida el pasado 1 de junio en la cocina de su vivienda, pendiendo de una soga, en un caso inicialmente registrado como suicidio. Sin embargo, la tragedia escaló cuando, el viernes 6 de junio, familiares descubrieron que su tumba había sido profanada y el cadáver fue víctima de un acto de necrofilia.
El cuerpo de la menor fue velado y sepultado el martes 3 de junio. Al visitar el cementerio para rendirle homenaje, los familiares encontraron el ataúd fuera del nicho, destapado, y el cadáver desnudo con evidentes signos de abuso. La comunidad, consternada, denunció el hecho a la Policía, que actuó de inmediato para investigar el caso.
Las autoridades identificaron a Fernando Hurtado como el principal sospechoso. Según familiares, Hurtado confesó ser el autor de la profanación y el acto de necrofilia. Adolfo Menacho, padre de la víctima, relató que el sujeto acosaba constantemente a la menor, siguiéndola en su trayecto al colegio, y que incluso pidió perdón por sus actos, solicitud que fue rechazada. Comunarios señalaron que Hurtado no es originario de Quimome.
El fiscal asignado al caso, Dr. Ricardo Justiniano, junto a los efectivos policiales Sgto. My. Gary Yucra Mamani y Sgto. 2do. Jhonatan Gabriel Terrazas, llevaron a cabo una rápida investigación que culminó con la aprehensión del sospechoso. La justicia determinó la detención preventiva de Hurtado por 180 días en el penal de Palmasola, bajo los cargos de profanación de sepultura y ofensa a la memoria de los difuntos, dado que la necrofilia no está tipificada como delito en el Código Penal boliviano, según explicó el criminólogo forense Cristian Sánchez.
Sánchez, en declaraciones a medios como Red Uno y eju.tv, señaló que este caso plantea un desafío jurídico, ya que la legislación actual no contempla la necrofilia como delito específico. “Es éticamente reprobable, inmoral y culturalmente inaceptable, pero jurídicamente complejo de sancionar directamente”, afirmó, instando a investigar también las circunstancias que rodearon la muerte de la adolescente, inicialmente catalogada como suicidio.
La comunidad de Quimome, profundamente afectada, exige justicia ejemplar y mayor seguridad. Publicaciones en redes sociales, como las de
@ejutv
en X, reflejan la indignación colectiva y el clamor por una reforma legal que contemple este tipo de actos aberrantes. Videos en plataformas como YouTube y TikTok, compartidos por medios locales, han amplificado la difusión del caso, generando un debate nacional sobre la necesidad de actualizar el marco legal para abordar delitos de esta naturaleza.
El caso ha puesto en el centro de la discusión la vulnerabilidad de las comunidades rurales y la importancia de una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades. La labor del Dr. Justiniano y los efectivos policiales ha sido destacada por los comunarios, quienes valoran su compromiso para esclarecer este atroz crimen.
Para más información, los medios locales y las plataformas digitales de Red Uno, eju.tv, y perfiles en X como @ejutv continúan cubriendo el desarrollo de este caso.
