La presidenta del Comité Electoral del barrio Santa Rosa, Ericka Padilla, denunció este Jueves ante el Concejo Municipal una serie de irregularidades en el proceso electoral de la junta vecinal para el periodo 2025-2027, que culminó con la posesión secreta del ex presidente Carlos Eduardo Surubí Roca como nuevo dirigente, avalada por el Control Social sin actas ni convocatoria pública.
En su intervención, Padilla explicó que el Comité Electoral fue elegido el 17 de octubre de 2025, inmediatamente después del informe de gestión del presidente saliente Carlos Eduardo Surubí Roca. De los cuatro miembros originales, dos renunciaron de forma irrevocable tras presiones de un grupo minoritario afín al ex dirigente, que bloqueó físicamente una de las reuniones programadas para el 9 de noviembre.
Ante el bloqueo, el Comité Electoral citó al Control Social, que asistió a la asamblea del 9 de noviembre en el galpón comunal del barrio. En dicha reunión, con más de 90 vecinos presentes —incluidos nuevos residentes de la organización Padre Alfredo—, se informó sobre las renuncias y se procedió a incorporar a una nueva integrante, Eva María, para completar el comité y continuar el proceso electoral.
Sin embargo, Carlos Eduardo Zundí Roca, apoyado por una minoría de entre 13 y 14 personas y vecinos no residentes, intentó disolver el Comité Electoral e imponer una elección por aclamación excluyendo a los nuevos vecinos, a los que calificó de “ilegales”. Ante las protestas, el presidente del Control Social y el grupo minoritario abandonaron la asamblea, pero la mayoría permaneció y validó la incorporación de la nueva miembro del comité.
Padilla reveló que, a pesar de haber comunicado por escrito todos los hechos al Control Social y de haber recibido la promesa de una respuesta oficial tras la reunión del directorio prevista para el 17 de noviembre, el organismo nunca respondió. En su lugar, el miércoles 20 de noviembre, Carlos Eduardo Zundí Roca anunció en el grupo de WhatsApp del barrio que había sido posesionado como nuevo presidente por el propio presidente del Control Social, Don Dimachúa, en una reunión realizada en una vivienda particular, sin convocatoria pública y con la asistencia de apenas una decena de personas, muchas de ellas no residentes del barrio.
La presidenta del Comité Electoral calificó el acto de “ilegal” y realizado “entre gallos y medianoche”, y lamentó que el Control Social avalara la maniobra sin presentar acta alguna ni justificar la decisión. Agregó que Don Dimachúa ofreció incluso una conferencia de prensa en Canal 13 para presentar como legal lo que, según los denunciantes, constituye un atropello a los derechos de la mayoría de los vecinos.
Los vecinos afectados anunciaron que impugnarán masivamente la elección y la posesión, y solicitaron formalmente la intervención del Consejo Municipal como ente fiscalizador para anular el proceso irregular y garantizar la realización de elecciones transparentes en el galpón comunal, conforme a los usos y costumbres del barrio Santa Rosa.
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