Dos subtenientes policiales perdieron la vida y al menos 33 personas resultaron heridas en violentos enfrentamientos entre bloqueadores afines al expresidente Evo Morales y pobladores apoyados por la Policía en Llallagua, norte de Potosí. Los choques, que se extendieron por dos días, incluyeron saqueos, agresiones y el uso de dinamita, dejando a la localidad sumida en el caos y el temor.
Cuerpo. El Comando Departamental de Policía Oruro confirma la baja de los subtenientes Brayam Jorge Barrozo Rodríguez y Carlos Enrique Apata Tola durante los enfrentamientos en Llallagua, Potosí.
El conflicto estalló el martes 10 de junio en la comunidad de Golfo, cuando vecinos, transportistas y comerciantes intentaron desbloquear la carretera Oruro-Llallagua, obstruida desde hace nueve días por sectores que exigen la renuncia del presidente Luis Arce y la habilitación de Evo Morales como candidato para las elecciones del 17 de agosto. Videos compartidos en cuentas como
El conflicto estalló el martes 10 de junio en la comunidad de Golfo, cuando vecinos, transportistas y comerciantes intentaron desbloquear la carretera Oruro-Llallagua, obstruida desde hace nueve días por sectores que exigen la renuncia del presidente Luis Arce y la habilitación de Evo Morales como candidato para las elecciones del 17 de agosto. Videos compartidos en cuentas como
@correodelsurcom, en X y la página de Facebook Llallagua Actual muestran a manifestantes utilizando cachorros de dinamita, piedras y armas de fuego, mientras los pobladores respondían con palos y barricadas improvisadas.
La violencia escaló al centro de Llallagua, donde los bloqueadores, identificados como miembros de los ayllus del norte de Potosí, saquearon oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y comercios en la plaza principal. Marco Colque, representante de la Defensoría del Pueblo, informó a Urgente.bo que los atacantes, que superaban los 1.000, rebasaron a los 25 efectivos policiales locales. “Destruyeron todo, se llevaron computadoras y dejaron un reguero de caos”, afirmó.
El Hospital Madre Obrera y el centro de salud Siglo XX atendieron a 18 heridos, algunos con contusiones graves, habilitando incluso consultorios odontológicos para dar abasto. Cuatro personas, tomadas como rehenes por los bloqueadores, fueron liberadas tras ser golpeadas, según reportes de ERBOL. El desabastecimiento de combustible, gas y alimentos, agravado por los bloqueos, ha paralizado la economía local, con comercios cerrados y hospitales al límite.
El miércoles, un contingente de 370 policías, respaldado por militares, llegó para restablecer el orden, pero fue recibido con explosivos y disparos, resultando en la muerte de un subteniente policial por arma de fuego, según confirmó el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, a Red Uno. El presidente Luis Arce condenó los actos, acusando a los bloqueadores de “sembrar terror” y prometiendo justicia. Aguilera identificó a Raúl Achate y Milán Mamani como instigadores, ambos con antecedentes por contrabando.
En redes sociales, la indignación crece. Usuarios como @MeleanNury en X exigieron la militarización del municipio, mientras @abi_bolivia denunció el secuestro de efectivos policiales. Los colegios de Llallagua y Uncía pasaron a clases virtuales, y los vecinos levantaron barricadas con calaminas para protegerse. La viceministra de Seguridad Ciudadana, Carola Arraya, reportó 48 puntos de bloqueo a nivel nacional, 35 en Cochabamba, liderados por sectores “evistas”.
Mientras Llallagua permanece en vigilia, temerosa de nuevas incursiones, el Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, llamó al diálogo para evitar más violencia. Con una marcha anunciada por los bloqueadores en Uncía y operativos policiales en curso, la localidad enfrenta un futuro incierto, marcada por la polarización política y el luto por las víctimas de un conflicto que refleja la profunda crisis que atraviesa Bolivia.
Fuentes: Opinión, Los Tiempos, El Deber, Urgente.bo, Correo del Sur, ERBOL, Red Uno, Visión 360, y publicaciones en X, Facebook y YouTube.
