La problemática persiste y el jueves por la mañana, hijos de la Aldea, inquilinos, trabajadores, y otras personas, se insultaron y casi llegaron a los golpes, de no ser la llegada de la policía.
La problemática persiste y el jueves por la mañana, hijos de la Aldea, inquilinos, trabajadores, y otras personas, se insultaron y casi llegaron a los golpes, de no ser la llegada de la policía.