Una torre de 15 metros de altura, con mirador en la cima para observar la belleza natural que rodea a San José de Chiquitos, con campanas que permitan llamar a la feligresía a la misa de cada primer domingo de mes, es el sueño de un grupo de personas devotas del Divino Niño.
Actualmente el hermoso santuario construido con aportes voluntarios y donaciones en un terreno cedido por el Padre Alfredo (+), se ha convertido en un lugar de recogimiento en contacto directo con la naturaleza y de Turismo religioso por la belleza de su tipología constructiva.
En aquel sagrado lugar, cada primer domingo de mes, después de la celebración de la santa misa, el Grupo Impulsor realiza bazares, rifas, ventas de salteñas, refrescos y suertes sin blanca, para recaudar fondos y comprar los materiales necesarios para la construcción del campanario.
El Arquitecto Guillermo Sierra, como apego y devoción hacia el Divino Niño, diseñó la torre de estilo Colonial, Misional, Jesuítico y Chiquitano, logrando concebir una hermosa propuesta que anima a la feligresía a trabajar para lograr verlo hecho realidad.
“Con la bendición y la gracia de nuestro Divino Niño, haremos realidad el proyecto”, señaló la señora Teresa Zambrana, parte del Comité Impulsor. “Estamos trabajando para que todo el material necesario se pueda acopiar lo mas pronto posible”, acotó la Srta. Kitty Rivero.
Sin duda alguna que es un caro proyecto que se hará posible gracias al dinamismo de quienes trabajan por este hermoso lugar.